Se sabe que el chocolate posee propiedades beneficiosas para la salud de las personas, entre las que figuran estimular la producción de la serotonina y de la endorfina, dos hormonas asociadas con la felicidad. Además, contiene vitamina A y B y algunos nutrientes naturales que contribuyen al bienestar físico y mental.

Existen distintas variedades de chocolate. Una de ellas es el negro o dark, que posee un acentuado amargor otorgado por el contenido de cacao, el que puede fluctuar entre un 35% y 90%. El chocolate con leche es más suave y dulce que el dark. Por su parte, el blanco es el más dulce de todos, ya que posee un alto contenido de manteca de cacao, que además otorga una deliciosa cremosidad. A su vez, este último comienza a innovar con propuestas como el chocolate gold, que posee un delicado y equilibrado toque de caramelo. Otra variedad es el chocolate rubí, con un perfil de sabor afrutado, ligeramente ácido y de color rosado, adquiriendo la categoría premium gracias a su textura y apariencia.

Un pilar de innovación en la categoría es la saborización. En el caso del chocolate negro, en el mercado se encuentran productos con toques de menta, canela, naranja, avellana y almendra, entre otros. En el caso del chocolate blanco hay productos con notas de caramelo, coco y cookies and cream; o bien, con notas cítricas como limón, frambuesa y maracuyá, entre otros.

Para el placer de muchos, ya es posible encontrar chocolates sin azúcar, endulzados principalmente con estevia o sucralosa, pensando en todos los consumidores que buscan reducir el consumo de azúcar.

El chocolate es un ingrediente esencial para diversas preparaciones como bombones, queques y galletas, entre otras. Incluso en preparaciones saladas, como bases de salsas para el acompañamiento de un plato principal.

¿Quién se podría resistir a un momento de indulgencia y bienestar como el que entrega el chocolate? Y si es un obsequio para una fecha especial, mejor aún.