Cada año, desde hace más de dos décadas, la marca norteamericana Pantone propone un color que debería inspirar las decisiones de producción de otras empresas dedicadas a áreas como la moda, la decoración, el diseño y los alimentos. Esto es posible luego de un análisis profundo que realizan sus expertos, agrupados en el Pantone Color Institute (PCI), tomando en consideración nuevas influencias en la industria del entretenimiento, movimientos socioculturales y económicos, nombres emergentes en el arte, destinos turísticos que son tendencia y estilos de vida.

La idea es que el color elegido tenga una significación psicológica y emocional que refleje lo que está sucediendo con las personas en el mundo. Según este criterio, PANTONE 17-3938 Very Peri coincide perfectamente con el perfil descrito. “A medida que avanzamos hacia un mundo de cambios sin precedentes, la selección de este color ofrece un enfoque y una visión nuevos de nuestra fiel y querida familia de colores azules, al englobar cualidades de los azules y, al mismo tiempo, contar con un matiz rojo violáceo, dando cuenta de una actitud alegre y animada, así como una presencia dinámica y confiada, que despierta la valentía de crear y una expresión imaginativa”, afirma Leatrice Eiseman, Directora Ejecutiva del PCI.

En la naturaleza, este color lo encontramos en algunas frutas y flores debido a su alto contenido de flavonoides y antocianinas, sustancias que aportan distintos beneficios para la salud. Es el caso de la grosella negra, reconocida por sus propiedades antioxidantes, por ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer y por controlar el nivel de colesterol en el cuerpo. También son representativas la uva y el açai, que ayudan a nivelar la presión arterial y previenen el envejecimiento prematuro de las células. O la lavanda, favorita al momento de buscar quietud y promover el bienestar.

Las marcas están aprovechando las sorprendentes propiedades de algunos alimentos para incorporarlas en presentaciones como bebidas, postres, helados y yogures, a través del sabor o del color. Es el caso del arándano, que a nivel mundial fue la variedad más recurrente en esta última categoría, y de la tradicional mora, favorita para muchos consumidores. Más innovadora es la propuesta de la jabuticaba, una fruta que se da generosamente en Brasil.

En el caso de las fragancias correspondientes a la categoría de Belleza -que engloba las líneas de cuidado personal y de perfumería fina- también existe una presencia de estas mismas emociones que Pantone toma como referencia, ya que distintas marcas las utilizan para elaborar sus propios productos. El contexto post pandemia es un claro ejemplo al respecto, ya que hoy las personas quieren disfrutar la vida al máximo, sentir en plenitud, recorrer el mundo, sociabilizar, disfrutar y relajarse. Una necesidad que explica el éxito de las fragancias mood boosting -tendencia en la actualidad-, presentes en formatos tan diversos como champús, jabones, cremas y perfumes.

Para relajarse, nada como el aroma de las flores de iris, violeta y lavanda, con tonalidades que van desde el celeste al morado, incorporando también notas de manzanilla y vainilla. Si la intención es energizarse, lo óptimo es recurrir a los aromas cítricos (mandarinas, pomelos, naranjas), afrutados (papaya, pera) o tropicales (coco, mango, maracuyá), que en algunos casos se presentan con una estridencia olfativa para evocar lugares donde nos nutrimos de energía positiva y vital. En otros casos, se combinan con notas de té blanco o bergamota, aportando elegancia y sofisticación.