El sándalo, de perfil amaderado, lácteo y cremoso, es imprescindible en la paleta de cualquier perfumista, ya que forma la nota de fondo de innumerables composiciones olfativas.

El sándalo es un árbol de hojas perennes ricamente fragantes del que existen muchas variedades, pero solo unas pocas se utilizan en el mundo de la perfumería: Santalum album, Santalum spicatu y Santalum australedonicum. El aceite esencial se obtiene de un proceso de destilación de las cortezas y raíces secas y el de mejor calidad se obtenía, tiempo atrás, de la variedad Mysore de la India, que hoy está protegido por ser una especie en peligro de extinción. Por ello, en la actualidad se utilizan el sándalo australiano y el de Nueva Caledonia.

Pertenece a la familia botánica Santalaceae y su nombre tiene su origen en la palabra sánscrita «chandana», que significa «agradable a los sentidos», lo que refleja la esencia del sándalo, famoso por su olor cautivador y agradable. El atractivo olfativo del sándalo lo ha convertido en un ingrediente muy apreciado en perfumería, donde su embriagador aroma añade profundidad y sofisticación a innumerables creaciones.

Su historia se remonta a Egipto, donde se usaba para prácticas de embalsamamiento, así como en la fabricación de muebles y decorar templos de lujo. En el hinduismo y budismo es venerado y considerado sagrado, lo utilizaban en rituales destinados a aliviar el sufrimiento de la humanidad. Y según la mitología hindú, en el jardín de los dioses crece un árbol maravillosamente perfumado llamado “Hari Chandan”, del cual el sándalo era su “resto terrestre”: literalmente un árbol divino.

Tradicionalmente se ha asociado al sándalo con fragancias masculinas, sin embargo, su uso se ha extendido cada vez más también a las femeninas, para añadirles una nota amaderada o intensificar otras notas de fondo.

El sándalo se puede utilizar como nota principal y se encuentra con mayor frecuencia en fragancias amaderadas, orientales o fougére. Su versatilidad permite combinarlo con todas las familias olfativas logrando diferentes efectos. Armoniza con notas seductoras como rosa, ylang-ylang y magnolia, aportando un fondo cremoso y amaderado a las delicadas flores; con notas cítricas, añade un toque de frescura y crea un acorde vibrante, y con hierbas aromáticas, evoca una experiencia relajante y sólida. Además, el sándalo potencia las fragancias gourmande con sus notas cremosas y de nuez.

La versatilidad del sándalo inspira a los perfumistas a crear las mejores combinaciones de aromas diversos y cautivadores que dejan una impresión duradera. Te invitamos a conocer los múltiples perfiles de fragancias con notas de sándalo que hemos desarrollado en @CramerLatam, que otorgan carácter y delicadeza a cada fragancia.

 

Encuéntranos también en