Según estudios recientes, entre las especies vivas del planeta, los elefantes africanos son los que tienen la capacidad de percibir la mayor cantidad de olores, gracias a que cuentan con cerca de 2.000 genes asociados al olfato, muy lejos de los seres humanos donde esta cifra llega a casi 390. A pesar de esto, se estima que una persona normal puede identificar en el medio ambiente hasta 1 trillón de olores.
Los estímulos olfativos se relacionarían con instintos básicos como la supervivencia, la reproducción, el cuidado personal y la defensa, quedando alojados en la memoria de cada uno.
La industria de las fragancias está consciente del poderoso efecto que los aromas tienen en la vida de los consumidores, por lo que continuamente se desarrollan innumerables fragancias para aplicaciones relacionadas no sólo con la perfumería fina, sino también con el cuidado personal y el household, entre otros.
Detrás de cada una de estas fragancias, hay un equipo de expertos o “narices” que trabaja rigurosamente con distintas materias primas hasta crear la mejor formulación para un determinado propósito. Ejemplos hay de sobra a nuestro alrededor, como champús, jabones, cremas, pañuelos desechables, papeles higiénicos, juguetes, colchones, velas, pinturas para muros, bolsas de basura, suelas de polietileno del calzado infantil, juguetes, productos para las mascotas y hasta interiores de tiendas.
“Es importante tomar conciencia de que estamos rodeados de olores en todo momento, sea el nuestro, el de otras personas, el de la comida en un restorán, el ambiente de una casa e, incluso, el de las mismas ciudades. A diferencia de lo que sucede con otros sentidos, como el oído y la vista -donde se nos instruye en apreciación musical y plástica-, en el mundo olfativo, en cambio, hay un desconocimiento importante”, asegura Magdalena Fuenzalida, Jefe de Marketing Fragancias en CRAMER.
Al respecto, destaca la labor de las perfumistas, quienes en verdad son los artistas responsables de diseñar un aroma específico y adecuado a las tendencias del mercado mundial, considerando además los requerimientos específicos de los clientes.
El objetivo es que estos productos aporten diariamente valor y calidad de vida, a través de notas que pueden emular la naturaleza, en sintonía con el medioambiente, o formulaciones novedosas que evoquen fragancias de fantasía.