Todos sabemos que las fragancias tienen un efecto benéfico sobre la autoestima, haciendo que las personas se sientan más atractivas, alegres y motivadas. Pero, también es cierto que su uso podría provocar reacciones adversas a causa de uno o más componentes químicos presentes en los aceites esenciales cuando entran en contacto con la piel, causando posibles dermatitis.

Hay muchos productos en el mercado que se elaboran con estas materias primas, algunas de las cuales están destinados al cuidado de la piel para hombres, mujeres y niños, como son perfumes, colonias, champús, jabones, cremas y filtros solares. Lo mismo ocurre en el caso de los productos household, entre los cuales encontramos limpiadores de piso, desinfectantes, ceras, aromatizadores de ambientes y detergentes.

Ahora bien, ¿cómo los consumidores pueden estar tranquilos de que un producto no dañará su salud? Es importante destacar que, con el fin de garantizar su seguridad y confianza, las empresas pertenecientes a estos rubros se rigen por estándares técnicos y científicos muy estrictos que emanan de instancias como la Asociación Internacional de Perfumería (IFRA en inglés), de la que forman parte las más prestigiosas casas de fragancias y, entre ellas, CRAMER.

En dicho contexto, IFRA promulgó en 2020 la enmienda 49, con modificaciones consideradas relevantes por los expertos en el marco regulatorio vigente. Para Karen Henríquez, Gerente de Desarrollo y Aplicaciones de Fragancias de nuestra empresa, “una de las modificaciones consiste en la metodología revisada de Evaluación Cuantitativa de Riesgos para ingredientes de fragancias (QRA2). Además, el nuevo enfoque de combinar la sensibilización de la piel, la fototoxicidad y la evaluación de la toxicidad sistémica en un solo ejercicio, lo que conduce a un cambio en el sistema de categorización de IFRA”.

Hoy, se consideran 12 categorías, cada una de las cuales tiene subcategorías, regidas por el principio de agrupar los tipos de productos de consumo según el tipo funcional, el área de uso y si son aplicaciones que se enjuagan o no. De esta forma, la idea es que las empresas de fragancias refuercen la seguridad de los ingredientes, beneficiando finalmente a los consumidores.

Al igual que en el pasado, para asegurar el cumplimiento de esta norma, cuyo plazo de implementación culmina ahora, el Programa de Cumplimiento de IFRA selecciona cada año, en 10 países del mundo, 50 productos en tienda, después de una preselección de 450, para evaluar si cumplen con su Código de Práctica y Estándares. De no hacerlo, IFRA trabaja con el fabricante para adecuarlo.

En el caso de CRAMER, esta enmienda ya se encuentra totalmente operativa, lo que implicó una actualización del sistema informático para adaptar las formulaciones ya existentes, desafío que se abordó con éxito en conjunto con nuestros clientes.